viernes, 22 de abril de 2011

EL SALVAJE ASESINATO

Hace unos años en el pueblo de La Eliana, Valencia, una mujer pasaba unas horas en casa de unos amigos a los que tenía especial cariño por lo amables y atentos que eran. Los conocía desde no hacía mucho tiempo y estaba en esa fase en la que quieres pasar mucho tiempo con las nuevas amistades. Generalmente las horas se pasaban tan rápido que la mujer a veces se quedaba a cenar con ellos, previa llamada telefónica a su casa para avisar que le habían invitado y que la esperaran un rato más tarde. Aquellos días eran de auténtico relax, disfrute y mucha amistad.

Un día entre semana, en compañía de aquellos amigos, miró el reloj y dijo que se iba a marchar un momento a recoger a su hija al tren pero que luego volvería para pasar un rato más con ellos. Cogió su coche y se marchó a la estación del tren.

Su hija, llamémosle A., había llegado apenas tres minutos antes y al ver que no había nadie para recogerla se le ocurrió pedirle a un amigo que vio en la estación que la acercara a casa. Los coches debieron cruzarse y la madre llegó a la estación. ¿Por qué se quedó esperando al próximo tren? no lo sabe ni la propia madre. Podía perfectamente haber regresado a casa de sus amigos o a su propia casa para verificar que su hija había perdido el tren, pero en vez de esto se quedó en la estación, dentro de su propio coche... esperando.

Y esperó tanto que cuando llegó el siguiente tren y vio que la hija no bajaba de éste, arrancó el coche y se marchó, pero MIRÓ EL RELOJ y decidió que por esta noche se iría directamente a casa. Mañana ya volvería a disfrutar de sus amigos.

En casa se encontraron madre e hija. La madre le confesó a su hija que de no haber quedado con ella en el tren o, más aún, de no haber esperado al siguiente tren, seguramente aquella noche la pasaría cenando en casa de tan interesante matrimonio. No lo dijo enfadada, mañana podría verlos otra vez.

Al día siguiente la hija, su hermana y el padre de ambas cogieron el coche para marcharse a la capital a trabajar. Justo cuando salían sonó el teléfono que cogió la madre y no les dejó marcharse. "Era la hermana de xxxx (su amiga, la señora del matrimonio), dice que está preocupada porque no cogen el teléfono. Pasad por allí a ver si ha pasado algo y luego me llamáis para que le diga qué pasa".

Así, salieron de su casa y se dirigieron hacia la casa del matrimonio. El padre aparcó el coche, la hija A. bajó de este y vio la verja ENTREABIERTA. Dentro estaban los coches y parecía que todo iba bien. Al llegar a Valencia llamaron a la madre para decirle que daba la impresión de que estaban a punto de salir dado que la puerta ya estaba abierta, pero que no habían llamado.


Poco más tarde la mujer recibió de nuevo una nerviosa llamada telefónica de la hermana que no sabía nada. Por favor -le pidió- ve a ver qué pasa. Este matrimonio tenía que haber ido a recoger a la señora del teléfono al hospital, donde estaba ingresada desde hacía unos días, aquella misma mañana y no daba señales de vida.

La mujer, (madre de A) cogió su propio coche y se dirigió a la casa de sus amigos. Al llegar vio también la verja entreabierta y los coches dentro de la parcela particular. Entró llamándoles por su nombre de pila (que obviaré aquí por respeto) y llegó hasta la puerta de la casa. Aquella puerta también estaba abierta y mientras les llamaba en voz alta siguió entrando... hasta la cocina. No había nadie. Entonces giró la cabeza y sus ojos vieron algo que casi se negaron a creer. Al otro lado, en la habitación matrimonial, dos cuerpos yacían asesinados. Él, atado con cuerdas y la cabeza cortada al parecer con un hacha; ella, atada y con un pañuelo en la boca, parecía que se hubiesen ensañado con la mujer especialmente.

La mujer gritó hasta quedarse afónica "llamen a la policía" y así salió de la casa llorando y pidiendo ayuda. Cuando llegó la policía, uno de los oficiales que entró tuvo que salir a vomitar. Tras la investigación se le dijo una cosa muy importante a la madre de A. "quienes asesinaron a la pareja no querían testigos, de haber pasado aquella noche cenando con ellos hoy no estaría con vida".

Reflexionemos:
- Si A. hubiera esperado a su madre en la estación, ésta, tras dejar a su hija en su hogar hubiese vuelto a casa de sus amigos porque le sobraba tiempo.
- Si la madre hubiese ido a casa a comprobar si su hija estaba en casa, al estar ésta tan cerca de la de sus amigos, habría ido a cenar con ellos.
- Si la madre no se hubiese quedado a esperar al próximo tren -de modo que se le hiciera tarde-, se hubiera ido de nuevo a ver a sus amigos.

Según la investigación policial aquello pasó en la misma noche, no se forzaron las cerraduras, quienes entraron conocían a la pareja, y la madre de A. estaría muerta.

LOS RELOJES

En los años setenta, un par de amigas viajaban por la vieja carretera de Ademuz en dirección a La Eliana, un pueblecito -entonces pequeño- con mucho terreno de chalets para veraneantes. Allí una de ellas tenía una casa y era donde se dirigían.
Era por la tarde y conducían con tranquilidad cuando el coche comenzó a hacer cosas raras. La radio se encendió de pronto y una brillante luz blanca se puso sobre ellas. Perdieron el conocimiento ambas, o al menos aseguraron no recordar absolutamente nada.
Al despertar estaban en el chalet, dentro del coche. Salieron aturdidas de él sin recordar cómo habían llegado hasta allí, y al salir comprobaron que el coche estaba como loco: el limpiaparabrisas estaba en marcha, los intermitentes se encendían y apagaban...
Jamás supieron lo que pasó y cuánto tiempo duró aquello, tan sólo podían recordar que salieron a mitad de tarde y que cuando despertaron era de noche y habían llegado a la casa.
¿Abducidas? Seguramente sí.

VIAJE SIN CONCIENCIA

En los años setenta, un par de amigas viajaban por la vieja carretera de Ademuz en dirección a La Eliana, un pueblecito -entonces pequeño- con mucho terreno de chalets para veraneantes. Allí una de ellas tenía una casa y era donde se dirigían.
Era por la tarde y conducían con tranquilidad cuando el coche comenzó a hacer cosas raras. La radio se encendió de pronto y una brillante luz blanca se puso sobre ellas. Perdieron el conocimiento ambas, o al menos aseguraron no recordar absolutamente nada.
Al despertar estaban en el chalet, dentro del coche. Salieron aturdidas de él sin recordar cómo habían llegado hasta allí, y al salir comprobaron que el coche estaba como loco: el limpiaparabrisas estaba en marcha, los intermitentes se encendían y apagaban...
Jamás supieron lo que pasó y cuánto tiempo duró aquello, tan sólo podían recordar que salieron a mitad de tarde y que cuando despertaron era de noche y habían llegado a la casa.
¿Abducidas? Seguramente sí.

A LAS 8

El chico en cuestión se llamaba Angel (no exactamente así, pero casi, obsérvese el significado del nombre: ángel). Tenía catorce años, y llevaba unos días en el hospital porque vomitaba todo lo que comía y tenía mucha fiebre. En pocos días de enfermedad su cuerpo se había estirado hasta el punto en que sobrepasaba los dos metros cuando lo metieron en la ambulancia, y tuvieron que flexionar sus rodillas en la camilla.

En el hospital le hicieron muchísimas pruebas buscando una causa. La madre sospechaba de un envenemiento, pero ningún médico supo decir qué tenía. ¡Sólo tenía catorce años y no había comido nada en días!. Su cuerpo no lo toleraba.

El ocho de abril de aquel año, su tía, nerviosa e impaciente porque los médicos llenaban a su sobrino de pastillas y no le curaban ni conseguían averiguar qué le ocurría, decidió irse del hospital y visitar al que fuera su pediatra durante años.

La madre salió a dar una vuelta por los pasillos del hospital mientras Angel hablaba con su hermano y la novia de éste.
- Me voy a morir.
- No digas eso, -le dijo la futura cuñada- aún tienes que venir a nuestra boda.

Cuando la madre llegó no quisieron decirle nada y les dejaron a solas. Angel tomó su reloj, puso la alarma y le dijo a su madre que dejara el reloj sobre la mesilla. La madre se giró, y la alarma sonó.

En ese mismo instante a su tía se le bloqueó el volante en la misma puerta del hospital. Un hombre que apareció de la nada le dijo unas palabras muy misteriosas, y acto seguido ella alzó la mirada y el tipo ya no estaba. El hombre y el bloqueo del volante le hicieron reaccionar y salió rauda del coche para entrar de nuevo en el hospital.

Cuando llegó a la habitación, todos lloraban.

Al sonar la alarma que Angel había puesto a las ocho el día ocho de abril, su alma abandonó su cuerpo, y su madre lo supo desde el mismo instante en que oyó el primer pitido.

LA CASA ABANDONADA

En un pueblo de la Comunidad Valenciana ocurrieron estos hechos cuya noticia llegó hasta el periódico. A mí me lo contó alguien del mismo pueblo.

Cinco chicos se reunieron en una vieja y solitaria casa abandonada en mitad de tierras de huerta con el fin de hacer espiritismo.

Lo prepararon todo, comenzaron, y como en cada sesión que se precie, uno de ellos, el portavoz, hizo la cuestión de inicio: "Si hay alguien que te moleste aquí, dinos quien es y se irá".

El vaso indicó dos nombres, los dueños de los nombres se miraron sorprendidos y se despidieron de los otros tres. Volverían al pueblo caminando. Ya se verían más tarde.

Dejaron a los otros tres con su sesión de espiritismo y conversaron por el camino. Cuando llevaban unos cien metros andados escucharon un ruido y se giraron: la casa caía derrumbándose sobre los tres chicos que se habían quedado en la sesión espiritista.

jueves, 14 de abril de 2011

EL VASO Y EL DEMONIO

Tres amigas solían divertise haciendo espiritismo con las tijeras y el libro, pero un día decidieron hacerlo con un vaso y un abecedario (yo conocí a una de ellas, Amparo).
Contactaron con un espíritu excesivamente parco en palabras. Constantemente se movía adelante y atrás, adelante y atrás, adelante y atrás, con moviemientos rápidos de una chica a la que estaba enfrente.
Le preguntaron quién era y el vaso, con rapidez, se dirigió a las letras y deletreó d-e-m-o-n-i-o, y acto seguido continuó con sus movimientos rápidos, adelante y atrás, adelante y atrás, sin un leve descanso, rápido, insistente, adelante y atrás, adelante y atrás....
Al rato, más alucinadas que otra cosa y con la idea de que aquel espíritu fuese realmente del demonio, alguien se atrevió a preguntar:
- ¿Qué estás haciendo?.
A lo que el vaso, deletreando, respondió: m-e-l-a-e-s-t-o-y-f-o-l-l-a-n-d-o.
Salieron corriendo de la casa y se quedaron con dos dudas: ¿era realmente el demonio? ¿estaba haciéndole el amor al alguna de las dos chicas a las que se les acercaba el vaso?.

LA FAMILIA DE NANI

Nani tenía unos 16 años cuando me contó esto. Era una amiga de Lorena y por eso la conocí. Nani era una chica bajita con el pelo lleno de rizos y una melena semilarga. Era simpática y dicharachera, justo lo contrario de lo que se puede pensar en una persona que ha visto tantas cosas raras en su propio hogar.
Una de las historias tenía que ver con su madre. Estaba enferma, muy enferma, pero ningún médico le decía qué tenía. Los análisis de sangre no revelaban nada y los médicos se extrañaban de su delgadez, su rostro demacrado y su poca fuerza vital.
Un día el padre de Nani, aficionado a hacer viajes astrales, decidió que él la curaría. ¡Y lo hizo!. Sorprendeos cómo fue: mediante un viaje astral viajó hasta dentro del cuerpo de su esposa y allí reparó el mal. No contó detalles de lo que había hecho ni de lo que había "arreglado", pero lo cierto es que tras la puerta donde se encerraron se escucharon muchos gritos de dolor de la madre, y Nani puede constatar que después de aquella señal, la madre se recuperó.
En aquella casa los cuadros no se mantenían nunca en la pared, solían caer constantemente, y la familia decidió descolgarlos todos porque estaban hartos de recogerlos del suelo.
Nani, interesada por una novela de terror que había escrito Lorena, se la pidió para leerla. Era una novela sobre el demonio (entre otras cosas) y había asustado hasta la propia Lorena cuando lo escribía, tal era su intensidad. Pues bien, la novela se perdió en aquel extraño hogar.
Pocos meses después la familia se trasladaba a Barcelona. Nani puso toda su atención para ver si encontraba aquella novela sin publicar que con tanta pasión había escrito Lorena. Jamás apareció.
Unos meses más tarde Nani volvió a Valencia y Lorena volvió a preguntarle. ¿Por casualidad abriendo maletas y cajas tras la mudanza la habían encontrado?
La respuesta volvió a ser NO.
En aquella casa del terror, el terror había desaparecido.

LA NOCHE DE SAN JUAN

La importancia de esta historia tiene más que ver con un embarazo que con otra cosa, pues quien vivió esto, estaba encinta cuando le ocurrió.

María (obviamente ése no es su verdadero nombre) quería aprovechar la tranquilidad de su embarazo para escribir una novela sobre brujas. Tras ir a la biblioteca a recoger datos, se enteró de que en su pueblo habían puesto una tienda esotérica, y decidió ir allí a investigar. En aquel lugar pequeñito había de todo, pero no la información que ella buscaba. La dueña, sin embargo, le dijo que podía ayudarle porque ella era bruja... en el buen sentido de la palabra, claro. Le explicó que no todas las brujas son malas y que generalmente, como ella, haberlas haylas, y le habló de sus reuniones, sus conocimientos y otras curiosidades...

No obstante, pasado un buen rato, la bruja le dijo a María mirándole la barriga las siguientes palabras: "vas a hacerme un favor: estás embarazada y ahora mismo eres una puerta al más allá, así que no hables de brujas, no pienses en brujas, escríbele un cuento bonito a tu hijo pero olvídate de ellas ¿vale?". Luego le dijo con cierto temor que aquello se lo decía porque se le habían puesto todo el cuerpo con piel de gallina y ese no era un buen presagio.

María se marchó a casa más alucinada con la historia que otra cosa, y tras contarlo un par de ocasiones luego se dedicó a escribir un cuento para su aún no nacido hijo donde, obviamente, no habían brujas.

Pasó el tiempo y la barriga creció más. Ya estaba incómoda, y si tengo que ser sincera, ella siguió contando la historia de las brujas a mucha gente, entre otras tantas, a mí....

Una noche tuvo una pesadilla muy extraña y según me contó, el miedo que había pasado era el pánico que sienten los niños cuando creen que hay algo debajo de la cama. Cuando despertó de la terrible pesadilla (cuyos detalles conozco pero para no alargar la historia no relataré) vio en la penumbra de la habitación que su marido dormía plácidamente. Sólo ella estaba agitada.

Y le costó tranquilizarse, pero ... ¿por qué?... porque unos rostros que tan sólo ella podía ver, con malicia en su mirada y perversión en sus intenciones, la miraban y le sonreían con maldad. Para protegerse de aquellos rostros trató de imaginarse una especie de cúpula que la cubriera e impidiera que los extraños rostros se le acercaran, y en un acto de valentía, les dio la espalda.

Pasaron unos minutos antes de que la sensación de acoso espiritual y maligno desapareciera, pero María se mostró muy tranquila cuando ocurrió. Había pasado del pánico más absoluto, a la serenidad más impactante.

Al día siguiente alguien le preguntó que qué había hecho la noche de San Juan.
- ¿Cuándo fue? -preguntó María.
- Anoche. - Le contestaron.

Obviamente María había pasado la noche luchando contra los espíritus que veían en su embarazo una puerta abierta, y en la noche de San Juan un buen momento para bajar al plano terrestre. Pero ¿y si no hubiera contado tantas veces lo de las brujas? ¿No podía haberse ahorrado aquella pesadilla que vivió despierta?

Si una bruja te hace una advertencia.... no hagas oidos sordos, o te arrepentirás querido visitante...

EL HOMBRE DEL MALETIN

Cuando Lorena tenía 13 años solía reunirse con sus amigas del colegio y les contaba historias de terror. Le encantaban la historias de miedo y estaba bien informada, de modo que se reunían en un banco de un parque cercano al colegio y todas escuchaban atentas los relatos de Lorena.

Conforme oscurecía las chicas se marchaban avisando a Lorena de que si luego no podían dormir se iba a enterar de lo que era bueno. Pero siempre era en tono de broma.

Una tarde le relató esas historias a una amiga de clase. Estaban en la habitación de Lucía, cuya casa estaba a unos siete kilómetros de la casa de Lorena (luego se tendría que ir andando y sola).

Cuando Lucía tenía suficiente miedo le dijo: "ahora te voy a contar yo lo que te va a pasar y verás quién pasa miedo". Y le dijo: "cuando vayas a casa un señor con un maletín, vestido de negro y con bigote te seguirá para matarte."

El trayecto hacia casa lo hizo con una psicosis total: toda la gente parecía querer traspasarle con la mirada, pero ella sabía que era pura sugestión, de modo que el miedo que pasó fue relativo. Lo que realmente podía asustarle era el hombre del maletín, vestido de negro y con bigote, y de esos no hubo ninguno en todo el camino.

Llegó a casa y comprobó horrorizada que no funcionaba el ascensor. Aunque aún le faltaba un año para tener permiso de uso del ascensor lo cierto es que vivía en un octavo piso y siempre que podía, cogía el ascensor.

Tuvo que subir los ocho pisos a pie, y su desconsuelo fue mayor cuando su madre le dijo que bajara la basura:
- ¡Pero si no va el ascensor!. -Se quejó inútilmente.

Y entonces cogió la bolsa de basura y comenzó a bajar despreocupada... pero a mitad de camino las piernas se le aflojaron y casi perdió el equilibrio. Frente a la puerta de una casa, mirándole ahora a ELLA, había un señor trajeado de negro, con bigote y un maletín.

Con los nervios a flor de piel, casi a punto de gritar y las piernas temblando, corrió escaleras abajo a punto de perder la bolsa de basura. Y llegó abajo con el corazón desbocado y falta de aire. Salió rápidamente del edificio y tiró la basura, y no subió inmediatamente a casa ¡no!.... se dirigió a la tienda que tenía su padre en la misma finca y esperó a que él terminara el trabajo para subir acompañada.

¡Qué aterradoras pueden ser las casualidades! ¿O fue una visión de Lucía? Quién sabe....

EL VISITANTE

En un apartamento de Gandía, Alicante, dos hermanas compartían habitación durante el verano.
Por las noches salían hasta tarde y se acostaban antes de que amaneciera porque estaban de vacaciones y no tenían obligación de levantarse temprano.
La hermana mayor se acostó y se quedó dormida en cuestión de segundos, tanto era el sueño que tenía. La otra hermana se entretuvo en el cuarto de baño unos minutos, y cuando apareció por la habitación se quedó boquiabierta durante el poco tiempo que duró el extraño suceso.
Apenas quedaban unos minutos para que amaneciera, y un poquito de luz comenzaba a asomarse a través de la terraza, sin embargo la joven vio otra luz: una silueta brillante, blanquecina y alargada, que desde los pies de la cama alargaba unos brazos sin carne en dirección a su hermana dormida.
Al entrar en la habitación lo que sin duda debía ser el rostro del ser se giró hacia el umbral de la puerta donde estaba ella y acto seguido la silueta se empequeñeció a pasos forzados como un fuego en movimiento y salió por la terraza.
¿Quién era aquel ser? ¿Les había pasado antes? Lo único que pude averiguar de aquella conversación que me pareció interesante era que la hermana dormida poseía en su paladar marcada en líneas la Cruz de Caravaca.

sábado, 9 de abril de 2011

LA HIPNOSIS

Ana miraba la televisión una mañana mientras estudiaba cuando vió que en el programa que escuchaba a ratos un hombre llamado Tony Kamo iba a realizar una hipnosis con la peculiaridad de que se ofrecía a hipnotizar también a aquellos que estaban en sus casas.
Se le ocurrió la sorprendente idea de grabar el programa y así probarlo cuando no estuviera sola. Aquella tarde estaban reunidos en el salón de la casa, Ana, su hermana Blanca y Carlos, el novio de otra hermana que también quería comprobar si aquello era cierto.
De modo que decidieron hacer de conejillo de indias. Ana tenía miedo así que no se sometió a la prueba, pero Carlos y Blanca se concentraron desde el primer momento. Ana se encargó del vídeo y mientras observó la sesión.
Mientras Blanca se llevaba las manos a la cabeza y decía que no lo había conseguido (le dolió la cabeza al intentarlo), Carlos cayó profundamente dormido. El hipnotizador había logrado que Carlos estuviera a sus órdenes.
Se acercaron a Carlos, alzaron su brazo, lo dejaron caer... no se inmutaba por nada. Estaba profundamente dormido. Y justamente Carlos no creía en esas cosas. Al despertar dijo que se sentía descansado aunque algo atontado, y que durante el tiempo que había estado dormido sólo había oido la voz relajante del hipnotizador.
Rebobinaron la cinta y esta vez fue Ana quien probó el experimento a distancia.
Si bien Ana no lo hacía esta vez con temor porque había comprobado que Carlos no lo había pasado mal, lo cierto es que la experiencia fue lo más parecido a una pesadilla, pero en ello tuvieron mucho que ver su hermana y su cuñado.
Escuchó la voz de Tony Kamo, y se rindió ante él, sin embargo lo oía todo, absolutamente todo: podía oir la televisión, podía escuchar a su hermana y a Carlos... pero no podía moverse. Trató por todos los medios de mover un dedo pensando en su interior que ella podría más que el Tony Kamo ese, pero no... sus dedos no se movieron ni un ápice.
Recordó en su consciencia que Carlos había asegurado que no oía más que la voz del hipnotizador, y entonces se dio cuenta de que algo había salido mal. Por eso trató insistentemente de recuperar el movimiento. Y a cada intento el corazón le latía más rápido.
Entonces pasó algo horrible: su hermana y Carlos bromeaban ante la posibilidad de meterle por la nariz una pajita ahora que no se enteraba de nada y así reirse y luego contárselo... El corazón de Ana palpitó con más velocidad y sintió pánico, un pánico que la inundaba de pies a cabeza, un pánico que, de seguir así, le produciría un ataque al corazón.
¡Lo oigo todo! quería gritar. Pero su boca no se abría. Y cuando parecía que iba a estallar escuchó por encima de todo la voz de Tony Kamo: "aquellos que estéis en casa bajo hipnosis, relajaros"... y el cuerpo de Ana se relajó, los músculos quedaron laxos, el corazón rebajó sus pulsaciones....
Entonces sólo quedaba rezar porque todo fuera más rápido pero hubo otro incidente. Escuchó a Carlos decir: "¿paramos la cinta y la dejamos dormir un rato?". Ana volvió a sucumbir ante el pánico y entonces oyó dos cosas: a su hermana decir que no debían hacerlo, y a Tony Kamo decir que iba a despertar a los que estaban hipnotizados en casa.
Cuando Ana despertó les contó a su hermana y a Carlos todo lo que había oido y el pánico que había sentido. Nunca más permitió que la hipnotizaran. Existen muchos tipos de terror, y el de no tener control sobre tu propio cuerpo... puede ser el peor.

LOS ESPEJOS

Sin saber por qué, Lorena tomó la costumbre de mirarse al espejo cada vez que entraba al cuarto de baño, pero curiosamente no lo hacía por vanidad. Era como una sensación, como si algo le dijese: "mira mira". Cada vez que entraba se miraba pero antes de que pasara medio minuto se echaba atrás y decidía hacer lo que había ido a hacer (no hace falta que os exprese para qué se va a un cuarto de baño).

La curiosidad era tan grande que finalmente lo hizo: miró, pero después de usar el baño, por si acaso... La primera vez que se quedó mirando en el espejo del baño una extraña jugarreta de sus pupilas le mostró algo que, si bien ella no podía asegurar que fuese real o producto de unos ojos sanos, le hizo salir corriendo del habitáculo.

Se miraba fijamente cuando de pronto se vió en el espejo como si fuera un cuadro, pintado a pinceladas grandes, un autorretrato colorido pero sin vida.

Salió de allí corriendo y le contó a su hermana Nieves lo que le había ocurrido. Su hermana mayor le dijo que aquello no era extraño porque a ella también le había ocurrido aquel verano una cosa extraña con el espejo del pasillo: pasó mirándose y se vió por detrás (no vió su rostro, sino su melena y su espalda).

Pero aún así decidió hacerlo ella también, aunque esta vez Lorena la miró desde el umbral, sin concentrarse frente al espejo. Y cuando Nieves volvió en sí, lo hizo con una sonrisa: "me he visto como si fuera una imagen antigua, y tenía una cadena alrededor de la frente".

Animadas en lo que consideraban un juego, repitieron la operación juntas. Esta vez Lorena vió como una mancha negra iba tapándola entera desde la cintura hasta la cara, y una vez allí iba oscurenciendo su cabeza y su rostro dejando tan sólo uno de sus ojos a la vista. Se asustó y parpadeó. Su hermana se giró un poquito después.

Lorena le contó su experiencia y luego Nieves hizo lo propio:
"He desaparecido ante el espejo, me he hecho invisible otra vez. Al principio estábamos las dos allí, y luego yo he desaparecido y podía ver la pared y la puerta del baño detrás de mí. Hasta te he visto a ti, pero yo no estaba".


Unos años más tarde Lorena les contaría a sus amigas, mientras comían juntas en un bar, aquellas experiencias. Entre ellas había una chica, a la que llamaremos Nani (y que aparece en la historia "La familia de Nani" (expe17) que más tarde la miraría con mucho respeto. Pero esa es otra historia.

La cuestión es que, animadas, decidieron probar en el cuarto de baño de aquel bar solitario para ver si sucedía algo. Y sucedió, pero no en el cuarto de baño.

Allí entraron Lorena y una chica llamada Marina, y ambas se concentraron mirándose al espejo. Hacía mucho calor y decidieron salir de allí porque "no ocurría nada". Salieron entre risas, se dirigieron a la mesa y se sentaron. Y entonces ocurrió.

Cuando Lorena miró a Marina y Marina miró a Lorena, ambas se echaron las manos a la cara y gritaron. Y no fueron las únicas. Nani también había producido un gritito de espanto. Luego las miró risueña y alucinada, y dijo: "lo he visto".

Para no desvelar ante nadie qué habían visto todas ellas, cada una se lo dijo al oído a otra amiga, y al final descubrieron que las tres habían visto lo mismo:
Lorena vió la cara de Marina arañada, con surcos rosados que le cruzaban el rostro.
Marina vio lo mismo en la cara de Lorena.
Y Nani, que no sabía nada y que no había entrado en el cuarto de baño, había visto lo mismo en el rostro de Lorena.

LOS 4 PUENTES

Rebeca tenía dos abuelos a los que adoraba, pero ahora están muertos. Y sobre ellos es la historia que os voy a contar.
Un día el abuelo falleció y la abuela quedó como un alma en pena vagando por la casa que habían compartido tantos años en amor y armonía. Aún tenía familia por supuesto, pero no era lo mismo. La abuela tenía mucha confianza en Rebeca, tanta que terminó confesándole algo que le ocurría: soñaba con su marido muerto.

"Hay cuatro puentes, y al final de los puentes está él, alargando la mano para que vaya con él".

Pasaron los días y los meses, y una noche fue Rebeca la que tuvo un sueño extraño:

Era pequeña y entraba a un ascensor con su abuela. Iban cogidas de la mano y el elevador ascendía pisos y pisos. Una especie de viaje sin retorno puesto que el ascensor no era familiar para Rebeca. No sabía cuántos pisos habían ascendido cuando, de pronto, el ascensor se paró y se abrieron las puertas.

La abuela soltó la mano de Rebeca y salió. Ella trató de avanzar pero su abuela le dijo: "No, tú no vienes conmigo". La abuela le sonrió en su sueño y aquí terminó todo.

Cuando Rebeca se despertó por la mañana su abuela había fallecido la misma noche. En el sueño se había despedido de ella.

Y me preguntaréis, ¿qué tienen que ver los cuatro puentes en esta historia? Cada puente es un mes. La abuela falleció cuatro meses después que su marido, o sea, cuatro puentes después... y recordad que ya os lo decía ella en su sueño: al final de los cuatro puentes, su fallecido marido le tendía la mano.

Tengo que avisar que Rebeca tuvo después y durante años la desagradable experiencia de "ver" a su abuela mirándola desde coches de desconocidos, como si la estuviera observando, y siempre, siempre, echaba a correr llorando hasta llegar a casa.

7 cuentos cortos de terror

Aquí os voy a relatar algunas de las cosas que le han sucedido a gente que he conocido. Son historias breves, pero no os van a dejar impasibles.
1.- Un joven de 17 años soñaba con ser escritor de historias fantásticas. Vivía en su casa con su familia, a excepción de su padre, un antiguo torero que ya estaba fallecido. Bien, pues nuestro joven soñador a veces podía ver a su padre balanceándose en su mecedora.
Por supuesto siempre miraba una segunda vez porque sabía que no podía estar allí, pero las visiones se continuaron durante un tiempo.

2.- Una chica francesa nacionalizada en España donde tenía sus orígenes, aprovechó el piso de su abuela fallecida para ir a estudiar en ocasiones y así hacerlo tranquila. Y muchas veces podía oler el perfume a lilas que su abuela utilizaba por coquetería. Caminaba por el pasillo, sentía una brisa, y olía las lilas. Lejos de sentir miedo, la chica aprovechaba para mandar un saludo a su querida abuela.
3.- Lorena tenía en su habitación un cuadro de un niño pequeño que lloraba. Durante un tiempo pensó que aquel cuadro le inspiraba, pero lo cierto es que sólo le inspiraba sueños extraños. Años más tarde, leyendo una revista, descubrió que aquel cuadro tenía historia: era un cuadro maldito, y tan sólo se libraba de la maldición aquel que tuviera también el cuadro que le pintaron a su hermana -un poco más mayor-. Lorena no tenía ese cuadro, pero en el reportaje había una foto del cuadro y ella lo recortó y lo pegó al cuadro del niño. Cabe destacar que en ese reportaje había una foto donde un buen montón de ingleses estaban quemando a modo de falla una montaña de cuadros del niño que llora para alejar la maldición de ellos.
Os preguntaréis si hubo maldición en torno a Lorena antes de colgar la foto de la hermana. Lo cierto es que la maldición recaía sobre las personas que "habían comprado el cuadro". A Lorena se lo había regalado su madre, a quien a su vez se lo había regalado un sobrino: el cual fue alcohólico, sufrió varios abortos en la persona de su esposa, y le costó dios y ayuda ser feliz.

4.- La chica que experimentó esto tenía unos 4 años cuando sucedió. Era la primera vez que iba a ir a una casa donde había una persona fallecida: su abuela. Yacía tendida en su ataúd y la gente le lloraba. Iban a enterrarla aquel mismo día. La niña miraba todo con ojos infantiles, alucinada con tanta lágrima y sobre todo, con la sabiduría de que su abuela ya nunca más se levantaría. Y entonces vió una especie de cuerda o hilo dorado que salía del ataúd y se dirigía hacia el techo, perdiéndose en la invisibilidad. Nunca supo qué era aquello, y además sabía que nadie más lo había visto porque de lo contrario habría escuchado algún que otro comentario.
Seguramente su abuela se estaba yendo definitivamente.

5.- Una joven llamada Beatriz salió un día de su habitación, caminó por el pasillo y se dirigió hacia el salón, y cuando llegó hasta la ventana se giró... y se vió a sí misma caminando y entrando en su propio cuerpo. Aquello no le asustó, pero sí le dejó perpleja.

6.- Lorena solía estudiar con la televisión puesta. Se quedaba sola por la noche y hacía los deberes mientras miraba de reojo la televisión y escuchaba los programas que le interesaban. Una noche coincidió que hacían una película de terror y Lorena se quedó a verla. Lo curioso fue que la puerta del salón donde estaba, se abrió sola.
De nuevo otra noche en la que hacían un programa en el que se hablaba del demonio, la misma puerta se abrió sola.
En ambos casos Lorena aguantó un rato más, pero terminó marchándose a la cama... por si acaso.

7.- Cuando la madre de Lorena era pequeña, en su pueblo había una mujer terriblemente enferma, ya esquelética, que andaba como si fuese un muerto. Nadie sabía cómo resistía, sobre todo porque los médicos no sabían qué tenía. Un día, jugando, la niña se encontró en una esquina de la calle donde vivía esa mujer con una patata llena de alfileres. Quitó los alfileres.... y curiosamente, la enferma sanó de pronto.

LAS RISAS DE LA BRUJA

En el complejo de verano de la playa del Saler en el que hablo en el relato de "Los pasos", ocurrió algo más. La familia de Lorena se hizo amiga de otra familia numerosa, concretamente de dos hermanos: Belén y Miki.
Belén era de la edad de la hermana mayor, y Miki salía aquel verano con Lorena.
Aquel verano era el verano en que la prima Merche y el amigo de la familia estaban pasando un mes, y en esta ocasión no había padres que vigilaran los actos de sus hijos.
Allí estaban Lorena y su hermana mayor (llamémosla Nieves), la prima Merche y el amigo de la familia (llamémosle Jorge), y los hermanos Belén y Miki (nombres también inventados).
Decidieron jugar a la ouija y como no tenían tablero, Lorena se ofreció a hacer las letras recortando trozos de las tapas de sus libretas y escribiendo las letras con un rotulador gordo.

Se pusieron alrededor de la mesa redonda rociando ésta con unas gotas de aceite para que el vaso se deslizara sin que apenas los dedos llegaran a tocarlo. Todo estaba previsto para poner las cosas fáciles al espíritu que viniera.
Comenzaron riéndose y bromeando. Entonces Nieves se puso seria y dijo que ya estaba bien.
- Concentrémonos de verdad.
Todos le hicieron caso. Ya nadie se rió con aquello de "espíritu, si estás ahí, danos una muestra".

A los pocos minutos Miki comenzó a golpear rítmicamente el vaso con su dedo. Estaba totalmente absorto con su mirada fija -aunque parecía perdida- sobre el vaso, y golpeteaba una y otra vez. Levantaba el dedo, lo dejaba caer sobre el vaso, y así repetidas veces.
Lorena tenía a Miki al lado y le pasó la mano por los ojos. Miki respondió bajando los párpados para no abrirlos durante un buen rato. Pero lo que ocurrió fue más que espeluznante.
En el mismo momento en que cerró los ojos, su dedó tocó por última vez el vaso, y acto seguido se desmayó sobre la mesa.
Como pudieron trasladaron su pesado cuerpo al sofá y lo dejaron allí preguntándose qué le ocurría. Entonces se dieron cuenta de dos detalles: Por un lado, de sus ojos cerrados se deslizaban lágrimas, y por otro, de su boca entreabierta se empezaba a escuchar una risa... una malvada risa femenina que parecía propia de una bruja.
Se asustaron sobremanera y Nieves le pidió ayuda a Merche:
- Tú tienes poderes Merche, haz que despierte, haz algo por favor.

Merche respiró hondo y salió al balcón para concentrarse en soledad. Era verdad, tenía ciertos poderes, no en vano decían que su propia madre era una bruja.
Mientras tanto Belén miraba nerviosa a su hermano, Jorge y Nieves se miraban y se preguntaban qué era esa risa que salía de su boca, y Lorena, desde los pies de Miki, miraba hacia el balcón rezando para que Merche pudiera sacarlo del trance.
Merche entró y se dirigió hacia Miki que seguía tendido en el sofá. Le cogió la mano, y con voz grave le dijo:
- Miki, despiértate.
Fue una orden. Y en un minuto los ojos de Miki estuvieron luchando por abrirse. Cuando al final lo hizo se sentía mareado y extraño.
Antes de contarle lo sucedido, Lorena le preguntó qué había sentido:
- Tenía frío y calor, todo se puso negro, y no recuerdo nada más.


Mientras trataban de tranquilizar a Miki, Lorena se dedicó a desmantelar la mesa. Todas las letras se iban a ir a la basura, pero algo llamó su atención. Una letra había salído perjudicada con el aceite, estaba manchada. Lorena la levantó, era la letra "L". Con estupor comprobó que el aceite había formado lo que desde nuestra infancia consideramos un fantasma, ese que hasta te puedes comer en helado o que aparecen en los dibujos infantiles. El fantasma tenía una especie de boca hacia abajo. Al darle la vuelta a la letra comprobó algo más: por detrás, la boca sonreía. Miki había llorado y había reído... aunque no lo recordara. Las letras mostraban ambos estados de ánimo.
Curiosamente Lorena no se percató de la relación entre estos dos detalles hasta que alguien, una amiga, lo relacionó y se lo dijo. Lorena cayó en la cuenta y desde entonces la historia le da más terror.

Pero hay una cosa más en esta historia: dicen que al terminar una sesión hay que romper el vaso para que el espíritu se marche de la habitación donde se ha hecho la ouija. Ellos tiraron el vaso desde un tercer piso... y no se rompió.

Relato de la "viejita" de la via Lopez Portillo

Hola a todos.
Espero que este relato les guste o mas bien los asuste, mucho mas a los parranderos como su servidor que por llegar a la 1:30 de la madrugada le paso lo que les voy a contar.
Vivo por el rumbo de Ecatepec, entre Sn. Cristobal y Coacalco, solo es para ubicar a los que conocen estos rumbos y sepan que onda por estos lares; bueno continuando y como les habia comentado llegaba su servidor a su casa, baje de el tranporte nocturno, llamese combi, tengo que atravesar un puente peatonal, lo cruce normal, llegando a este punto cabe aclarar algo, no estaba Pdo ni nada, ese dia fue de convivencia sana...jajaja, lo cierto es que ese dia ni una gota de alcohol tome, bueno continuando...
estaba bajando del puente cuando me doy cuenta que al pie de la escalera hay una pareja con una carreola, supongo con un bebe pero la pregunta es ¿QUE DEMONIOS HACE UNA PAREJA CON UN BEBE A LAS 1:30 AM? Ni se inmutaron cuando venia bajando, es mas a la carreola le daban la espalda, en estos casos una persona que se preocupa por estas circunstancias que les menciono o se quita o mueve al bebe o si quiera voltea a ver quien viene pero NO HICIERON NADA!!!. Esto me parecio algo extraño pero no me sorprendio ni me asusto...camine unos veinte metros cuando veo que a lo lejos como a 200 mts venia una persona, la verdad no distinguia bien, debido a la excelente iluminacion con la que cuenta la padrisima lopez-portillo, el caso es que venia caminando hacia mi direccion, no les voy a decir que hiba como en un paseo por la playa pero, si tome mis precauciones, yo que he sufrido tantos asaltos, pues se imaginaran. ya estaba como a 50 mts cuando me doy cuenta que es una persona bajita, como de 1.55 con ropa sucia y cabellos tipo explosion de boiler...jajaja, tenia el cabello enmarañado y canoso, el caso es que al ver que era mujer pues me senti mas tranquilo,por que lo primero que pense fue que era una persona que vivia en la calle, ya venia como a 20 mts y me doy cuenta que tenia unas ojeras de campeonato le cubria tanto los alrededores de los ojos que juro por mi papas que no le vi lo blanco de los ojos!!!!,
para ese entonces ya la tenia como a 10 mts. La verdad aunque no me crean algunos no me dio miedo ni nada, ya que he pasado muchas cosas como estas que se las estare contando poco a poco,pero lo cierto es que no senti hasta ese momento nada, ella venia con paso medio y con las manos en las bolsas, como se imaginaran no volteaba a verla solo la seguia con los ojos, los labios morados era otra de sus, no se si llamarle "caracteristicas", ya estabamos a escasos 5 mts cuando me hace una mueca como de sonrisa burlona, solo levantando una parte de sus labios hacia arriba, todo bien hasta ahi, yo la verdad no estaba asustado por increible que parezca pero..... cuando pase hombro con hombro con ella... crei que me hiba a caer!! me dio un escalofrio generalizado que hasta los pies se me doblaron, dije DIOS MIO QUE ES ESTO!!! y segui caminando, en esa parte es cuando entro a la calle donde esta su casa, pues yo estaba casi casi jadeando con el corazon a mil x hora, y todavia me atrevi a voltear....seguia caminando como si nada, lo primero que pense fue en correr, pero creanme no se puede!!!!, segui caminando a la mitad de la calle, volteando cada 5 segundos, hasta que llegue a mi casa...me fui directo a la cama por que no hacia otra cosa que pensar en esa señora.

martes, 5 de abril de 2011

El misterio de los espejos

Quien está detrás de los espejos?, en verdad sólo serán nuestros reflejos? Son una puerta para entrar a otro mundo? Estas son algunas de las muchas preguntas que encierran una infinidad de misterios.

Desde épocas remotas el espejo ha ocupado un papel muy importante dentro de las leyendas y mitologías en las comunidades, pueblos y países.
Algunos creen que a través de ellos se puede invocar a los muertos, otros dicen que el reflejo en el espejo es el reflejo de tu alma, es por eso que en la antigüedad cuando aluna persona agonizaba o fallecía, cubrían los espejos para que su alma no quedara atrapada en ellos.

Son tan populares las leyendas que ya se han hecho menciones en libros y películas, y todos estos enfocados al mundo de la magia, misterio y terror.

La leyenda urbana de Verónica aprovecha ejemplarmente esta visión. Viceversa, el mundo de los espíritus tiende a imaginarse como una contrapartida especular del de los vivos. Lewis Carroll desarrolla magistralmente la idea del espejo como entrada a un mundo inverso en la segunda parte de las aventuras de Alicia.
El espejo es también objeto frecuente de consulta: se le juzga capaz de mostrar sucesos y objetos distantes en el tiempo o el espacio. En el cuento de Blancanieves, el espejo tiene la facultad de hablar y responde a las preguntas que le formula la madrastra. J. R. R. Tolkien retoma con su célebre «espejo de Galadriel» la tradición del espejo capaz de mostrar el futuro. En la novela Harry Potter y la piedra filosofal, de J. K. Rowling, aparece el espejo de Oesed (Deseo leído a la inversa), que no refleja la imagen de quien lo contempla, sino sus deseos más profundos.

Se dice que al verte fijamente frente al espejo tu cara se deforma o verás algún movimiento extraño que tu no haces. Es algo terrorífico el saber que hay alguien detrás de ese espejo y más terrorífico es que se mueva sin que tu lo hagas.

En la red existen pruebas de que los reflejos de las personas en los espejos cobran vida y de que los fantasmas son más propensos a verse en ellos. No necesariamente debe ser un espejo, puede ser el reflejo de una tele, vidrio o cualquier objeto que tenga el poder de reflejarse. No todos los videos o fotografias son verdaderas pues con la tecnología ya pueden ser fácilmente editados.

Pero la prueba de que si hay algo extraño en los espejos se remonta a través de los siglos.

Una de las tantas historias del chupacabras!!

Pues esta historia que les voy a relatar me la conto un tio que le sucedio mas o menos hace como un mes o un poquito mas. En el pueblo donde yo vivo la gente todavia acostumbra a criar borregos, vacas, pollos etc, pues mi tio juan vive a las afueras del pueblo tiene un terreno de cultivp y cria animales principalmente borregos, redulta que el como todo le dio de comer a sus animalitos en su establo por la noche y toda la cosa, el se fue a acostar y cual fue su sorpresa que en la mañana que se levanto para darles su aliento vio que dos de sus borregos estaban muertos y pues los reviso y nada mas tenian una perforacion en el cuelloy todos desangrados y los mas curioso es que no habia rastro de que algun animal hubiera entrado, y pues cuando cayo la noche de ese mismo dia mi ti se quedo despierto toda la noche con el machete aun lado para ver que fue lo que ataco a sus dos borregos pues se quedo un largo rato pero por desgracia de el en una de esas que le gana el sueño y cuando desperto, y checo a sus animales un borrego ya estaba tirado en el suelo con un orificio en el cuello pero el animalito estaba medio vivo, por que todavia respiraba pero por el orificio en el suelo, en eso entre las sombras de los arboles de la casa de mi tio dice que alcanzo a ver al animal que ataco a sus borregos era una especi de perro pero estaba grande le vio parte de la cabeza y del cuerpo con las orejas puntiagudas, ps el se fue correteandolo con el machete pero pues desaparecio entre las sombrasy el no fue el unico afectado varias personas igual reportaron que tambien les habian atacado a varios animales de sus corrales. Esa es mi historia espero que els halla gustado. GRACIAS ADIOS

Experiencia personal

Hola, primero que nada mi nombre es Carlos y les quiero contar una experiencia bastante desagradable que me paso una noche en mi cuarto cuando estaba apunto de dormir.

Como lo mencione estando en mi cuarto apunto de dormir, en esos momentos donde estas entre dormido y despierto, vi de reojo el bulto de una persona, una mujer exactamente, vestida toda de negro y con un sombrero en la cabeza, como con una especie de velo que le cubria la cara, yo me quede atonito sin poder moverme y vi que la mujer caminaba desde mi cabecera hasta los pies de mi cama y se sento, yo sentí como se sumió la cama cuando esta cosa se sento y tambien senti como un bajon de temperatura.

Yo no podia moverme, ni gritar, habria la boca pero no me salian las palabras, recuerdo que sentia un miedo que jamas habia sentido, yo no soy miedoso ni mucho menos, pero recuerdo que ese dia estaba que me moria de miedo. Recuerdo que trataba de rezar el padre nuestro y no me acordaba, de hecho no reze, por que no me acorde de nada, solo me quedo esperar a que esa cosa se fuera y despues de unos 10 minutos se fue asi como llego, cuando me pude mover lo unico que pude hacer del miedo fue taparme todo y persignarme, recuerdo que esa noche tenia tanto miedo que hasta me daban ganas llorar y de pasarme a dormir con mi mama, solo que por orgullo no lo hice, jaja.

Despues al otro dia le conte a mi mama y a mi abuelita lo sucedido y me dijeron que pudo haber sido un espiritu que me "traje", ya que en el dia habia ido a un puente con unos amigos de excursion y segun cuentan las historias que en ese puente murieron muchas personas y muchas mas ahi fueron enterradas en los cimientos o algo asi ya que el puente es muy grande y segun esto el ingeniero tuvo que hacer un pacto con el diablo por que el puente se les cayo varias veces. Despues de esa noche siguieron ocurriendo mas cosas pero mucho mas tranquilas a comparacion de lo que me paso esa noche, como esa noche y como ese miedo ninguno, saludos.

Experiencia en mi casa

Mi mamá tiene la costumbre de tejer y hacer cobijas en la noche ya tarde mi mamá de repente sintio un frio en la sala y de repente se escucho una voz de niña que le dijo "me das lechita" en eso mi mamá penso que era mi hermano y le dijo ya estas grande sirvete tu y en eso la niña le dijo estoy chiquita, y mi mamá se asusto y se fue a dormir en eso mi mamá al dia siguiente fue al banco y al llegar a la casa abrio la puerta y en eso se escucha una voz "por que me dejas sola estoy chiquita" y mi mamá le dijo dejame sola y al tiempo nos cambiamos de casa (era de renta) y la niña siguio a mi mamá a la nueva casa se escuchaban pisadas de alguien corriendo arriba en el segundo piso en la mañana cuando no habia nadie nada mas mi mamá hasta que al pasar el tiempo ya no paso nada malo.

Lo que me conto el abuelo

Resulta q un dia en la noche sentado mi abuelo y yo el me conto este relato: MI bisabuelo era cartero en un pueblo llamado San Miguel del Puerto localidad ubicada en oaxaca, pero el tenia que entregar las cartas a otro pueblo de maximo 4 hrs de camino.

Pero el para evitar el sol siempre se iba de noche, en la madrugada para ser exactos, pero una noche todo fue diferente, resulta q iba para el pueblo y a medio camino siempre se le pegaba un perrito que lo acompañaba asta llegar al otro pueblo, esa noche no fue la excepcion el perrito iba con el, pero tenian que pasar por un puente colgante, pero ooh sorpresa de mi bisabuelo que el perrito
comenzo a dar muestras de miedo, estaba muy inquieto se le metia entre los pies ami abuelo como si tratara de esconderse de algo, mi bisabuelo q no era miedoso (eso me dice el abuelo) no le tomo muxa importancia alo sucedido sino que empezo a cruzar el puente, el perrito ya no lo acompaño mas se quedo ala orilla del puente, se le hizo raro a mi abuelo pero ps importaban mas las cartas q un perro asi q siguio caminando sobre el puente cuando a medio camino, mi bisabuelo vio una figura masculina como de 2 metros de alto traia sombrero de charro era un charro este ser estaba al otro lado del puente mi bisabuelo iba ala mitad casi pero ps sigui adelante pensando en podria ser un simple caminante como el, resulta q este ser empezo a cruzar el puente, mi abuelo por precaucion saco una pistola q llevaba era una revolver algo asi, de repente a escasos metros mi bisabuelo empezo a sentir un escalofrio en todo su cuerpo, sus vellos se erizaron el se paralizo de tanto miedo que no sabia q hacer, lo que hizo le apunto el arma a este ser, disparo pero la bala simplemente no hizo efecto en este ser, despues de q hubo pasado mi biabuelo volteo, el ser volteo y mi abuelo pudo verle los ojos rojos asi como cuando ustedes fuman esa hierba jeje y le dijo algo a mi bisabuelo que nunca olvido le dijo: Tus balas no sirven contra mi y en ese momento desapareció, mi bisabuelo no comió durante muxos días y también dejo el trabajo de cartero a pesar que ganaba bien mm como 100 pesos ala semana ( en ese tiempo era muxo) eso fue lo que me contó mi abuelo.

El Carnicero de la Calle Charlotte

Numerosos dirigibles sobrevolaban londres la noche del 31 de octubre de 1917, dejando caer sus bombas sobre su poblacion.Muchos se refugiaron bajo tierra, aunque Emilienne Gerard de 32 años, no lo hizo.

Ella prefirió salir de su departamento en el 15 de Musnster Square, para correr a los protectores brazos de su amante, Louis Voisin quien recidia en el sótano del 101 de la calle Charlotte.Louis, Frances y cocinero de profecion era muy rollizo y su piel notablemente rojiza.Pese a haber vivido 4 años en Inglaterra, no habia aprendido una palabra de ingles.

Emilienne se dirigió rauda al apartamiento de su amante. Allí encontró a Louis desnudo sobre la cama con Berthe Roche, a quien Emilienne no conocía. Como es de suponer la pobre estaba que echaba chispas.
Berthe, por su parte, estaba mas molesta por haber sido interrumpida.

Ordeno a Emilienne que saliera del lugar, pero esta de rehusó a retirase. Berthe golpeo a su rival en a cabeza con un objeto romo que nunca fue identificado.Cuando Emilienne grito, Louis temió que los vecinos escucharan la conmoción. Se unió a la fiesta al estrangular en el piso a quien fuera su amante.

¿¿¿Que rayos haría con el cadáver???

Louis como podría esperarse de un carnicero pensó que seria mas fácil descuartizarlo. Tenia sus herramientas de oficio a la mano.Los implementos en las habilidosas manos de louis no tocaron ni un solo hueso. La cabeza fue separada del cuerpo, que fue dividido en partes.

El trabajo quedo concluido alrededor de las 8:00pm del 1 de noviembre, pero quedaba la problemática de deshacerse del cuerpo.

Louis entro al apartamento de Emilienne y dejo una huella de sangre sobre la cama, también puso sangre en una cubeta de agua tratando de simular que el asesino se lavo la sangre después de matarla, intentando mover la escena del crimen a la residencia de Emilienne.

Louis envolvió el cuerpo en una sabana que tomo del apartamento de Emilienne y la coloco en una bolsa plástica para carne. A fin de despistar a los detectives Louis escribió en un papel "Blodie Belgium"(maldita Bélgica), y lo puso junto al cuerpo.

A la mañana siguiente Louis se dispuso a arrojar el cuerpo en un área de ruinas.

Luego de esto Louis fue detenido y encontraron en su poder las llaves del 101 de la calle charlotte. La policía hallo la cabeza y las manos de Emilienne sumergidas en la salmuera.

Los patologos que examinaron la cabeza de Emilienne concluyeron que que el cráneo habia recibido una docena de golpes, los cuales ninguno habia causado fracctura. Esto reforzar la teoría de que Berthe le habia propinado una lluvia de golpes a Emilienne en la cabeza, pero había sido Louis quien la había estrangulado.

El 16 de febrero Louis fue enjuiciado y encontrado culpable y sentenciado a la Horca. En cuanto a Berthe fue encontrada culpable de ser cómplice de asesinato. La sentenciaron a 7 años de cárcel, en donde se volvió loca.

Relato de muñeca que se mueve

El relato me lo platicó una buena amiga que fué a mi casa a conbeber esta misma semana y estoy tentado a irme a quedar allá.

Mi amiga vive en xola y tlalpan en un edificio no muy viejo, tiene departamento en el último piso, dice que en su casa espantan, que se empezaron a oir ruidos extraños desde que tuvo una muñeca. Dice que todo empezó cuando fué a tirar la basura y pos encontró en el montón de las bolsas una muñeca vieja y mugrosa, se la llevó para lavarla y limpiarla pues le recordó su niñez y que pos de chiquita no tuvo muchos juguetes, la dejó como nueva, dice, y la puso en su recámara.

Luego luego que como a los dos días en la madrugada se oían ruidos en su cuarto, como si alguien revolviera cosas, como trabaja todo el día y llega cansada pues no le dio importancia y trató de dormir, al otro día la muñeca estaba en el suelo y sus cosas donde la puso desacomodadas, pensó que se había metido alguien y fué rápido a ver donde deja su dinero pero ahí estaba. Solo en ese lugar era el desorden.

Pasaron los días y seguía oyendo ruidos, empezó a tener miedo, pues vive sola y es medio coyona, hizo lo que todo mundo hace, orar, solo que ha deber orado canciones de will smith porque dice que se oían mas fuertes, se cayó de nuevo la muñeca, su alhajero y sus cosas con las que se pinta, prendió la luz y nada, obvio, trató un poco de dormir cuando oyó unas risitas de niña, ahí si no pudo mas, se paró toda asustada, no habiendo encontrado nada prendió, las luces, su compu y se puso a revisar su correo dice hasta que medio se vió luz 6:30 de la mañana.

Empezó a sospechar de la dichosa muñeca y cuenta que la dejó en el ropero, en una caja y que lo cerró con llave (que no huebiera sido mas sencillo tirarla ¿?). A la otra noche clarito se oían ruidos de pataditas en el ropero, ella pues ya presa del miedo, agarró su almohado y se fué a dormir a la sala, cerrando su cuarto y esperando no oir nada. Otra desvelada de miedo la pobre mujer pasó.

Ya para estas alturas mi amiga se tornó seria, tomó el tequila y se lo empinó como macho de pueblo, dice que lo mas grueso fué la última noche. Llegó de la chamba ya toda temerosa, ni siquiera cenó, se acomodó a dormir en su sala, dice que entre dormida y despierta oyó un murmullo que le decía "¿quieres jugar?" se despertó del miedo y toda la piel se le puso chinita, se incorporó y fué directo al cuarto, abrió la puerta y me jura (casi llorando) que vió la muñeca sentada en la cama, gritó como loca "ya déjame de estar chingando" y se salió del depa.

Se durmió afuera de su propio departamento háganme el cabrón favor, no sabía si reírme o cagarme del susto de lo que me había contado mi amiga, al otro día el portero la despertó y le preguntó que que había pasado, ella solo se paró toda apenada y se metió a sacar la muñeca y dejarla en el mismo sitio donde la encontró.

Ahora si con lágrimas sollozas en los ojos mi amiga dice que nunca le había pasado algo similar, que el miedo no puede describirlo, se pregunta muchas cosas, ¿estaré loca? ¿la menopausia llegó? ¿lo soñé todo? son cosas que no entendemos, le dije, energías o almas que se quedan en este mundo y no logran descansar. Dice que cuando tiró la dichosa muñeca dejaron de oirse ruidos pero que hace como dos noches le tocaron la puerta de su depa a las 2-3 de la mañana, pequeños golpes como cuando llama un niño a la puerta