El relato que les narro a continuación le sucedió a mi cuñado, hace como unos 2 años y medio en lo que actualmente se encuentra establecida la Reconfiguración de la Refinería Lázaro Cárdenas, el se encontraba laborando en dicho lugar en el turno de la noche.
Cuenta que un tiempo después de haber entrado a laborar, le sucedían cosas raras, tales como que le cambiaban la herramienta de lugar, le cerraban las puertas, le silbaban y en otras ocaciones, escuchaba la risa de varios niños.
Así estuvo soportando las cosas inexplicables un buen rato, hasta que una noche, al asomarse por la ventana de un camper, observó a varios niños muy pequeños jugando como que en círculo y estos al verse descubiertos, salieron huyendo casi desapareciendo en el aire.
Después de esto, mi cuñado optó por platicarle lo que le pasaba a un familiar suyo, a lo que este le dijo: "Pues ve al mercado y cómprate una bolsa de canicas, se las llevas y ya no te van a molestar". Así que a la primera oportunidad, fue a comprar una bolsa de canicas, se las llevó al trabajo y las regó en donde los había visto, hecho esto les dijo: "Aqui les traigo para que jueguen, pero ya no anden molestando".
Y por increíble que parezca, dejaron de pasar cosas raras en ese lugar, al menos provocadas por estos "niños" ya que además se han visto otros entes, pero esa es otra historia, dijera la Nana Goya,jajaja.
Pero bien, cuenta mi cuñado que una noche se quedó dormido en el camper realizando unas estimaciones, y pues obvio uno no puede quedarse dormido por mucho sueño que tenga, así que si su jefe lo veía dormido, lo despedirían, pues dice que de repente, mientras dormia, sintió que lo jalaban por la pierna, y al sentirlo, entreabrió los ojos y vió a un niño pequeño que era el que lo había jalado, después de hacerlo, desapareció y mi cuñado despertó, y justo después de esto, entró su jefe al camper. Así que lo primero que pensó es que los "niños" que tanto lo habían asustado, lo habían salvado de que lo corrieran de su trabajo.
Hasta aquí llega la historia de esta ocasión, no sin antes, hacer algunas conclusiones...
Primero, no pueden haber sido niños, como él cuenta, ya que es un lugar al que luego no dejan entrar ni a los propios trabajadores, además, que iba a hacer un grupo de niños de entre 3 y 5 años en un complejo industrial en plena madrugada, es cierto que muy cerca de allí hay pequeñas poblaciones rivereñas, pero es muy muy poco probable, que vengan niños de esos lugares a jugar en tan culero lugar.
Lo de las herramientas, pues a veces los mismos compañeros las agarran sin avisar y las ponen donde sea, cosa que no debería ser, pero ya ven como somos los mexicanos, lo de las puertas, puede ser la misma causa, pero lo de las risas de niños, eso es otro rollo, ya que si bien alguien pueda traer un cel con ese tono, pues sería dificil escucharlo por la gran cantidad de ruido que se produce ahi, así que lo único que puedo decir ahora es que, era algo sobrenatural, ya que yo no lo viví.
Eso es todo compañeros, y de antemano agradezco su tiempo.
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