jueves, 6 de junio de 2013

Por la Calentura

Don Fernando se había ido desde muy temprano, a sus 32 años era un tipo robusto y fornido, típico ranchero, no lo asustaba nada, “según él”, salió con su machete en la espalda tomo su bebida y agarro a su caballo, rumbo a su terreno, allí se dedico a cuidar su cultivo como todos los días, sus compadres pasaron por eso del medio día. -Hey Fernando no quieres venir a tomar, vamos a la casa de Ramiro-. No lo pensó dos veces término de comer, cerro su cerco y cabalgo con sus compadres, hasta llegar a la casa del conocido, allí agarro el chupe con amigos y conocidos, más o menos a las 3 de la tarde salió de la casa de Ramiro. Se despidió de todos y decidió cabalgar por otro camino, uno que no estaba acostumbrado a tomar, pero que era más corto, este camino pasaba por el rio, traía unas grandes ganas de hacerlo con su esposa, espoleo el caballo y avanzo más rápido, pronto llego al rio y a lo lejos para su suerte vio a su mujer lavando en el rio. Amarro a su caballo y camino hasta su mujer que estaba empapada y no había visto venir a su marido, bastaba decir que su mujer era muy bonita y más joven que él, verla con el vestido medio transparente y mojado le excito mas y aprovecho para hacerle el amor allí en el rio, lo hicieron con una pasión a la que no estaba acostumbrado, estuvo un buen rato con ella y al ver que se empezaba a hacer tarde se pusieron la ropa, le dijo a su mujer que se subiera al caballo pero esta alego que terminaría de lavar unas ultimas ropas. -Ya es algo tarde para lavar mujer ¿Además donde anda mi suegra? siempre te ayuda a lavar-, Pregunto algo confuso el hombre. -Ya va a venir, fue a ver a una comadre no va a tardar también la estoy esperando- respondido la mujer. -Bueno en ese caso si no llegas en una hora vengo por ti voy a dejar las cosas en la casa- Dijo don Fernando, no muy conforme. La mujer se quedo lavando y Don Fernando se fue a su casa muy feliz pues nunca lo había hecho así con su mujer, al llegar a la casa encontró a su suegra recostada en la hamaca. -¿Que hace aquí Doña Leonela?, ¡Mi mujer la está esperando en el rio lavando!-. La señora confusa y algo asustada, contesto -¿Lavando? Si hoy temprano fuimos a lavar al rio, para que lavar tan tarde si la ropa no se secara bien, además según yo tu mujer está aquí al lado con Martina, viendo lo de un tejido-. Fernando quedo aturdido, no podía ser si no estaba su mujer en el rio con quien había tenido relaciones, o seria que su mujer lo engaño, fue a ver si estaba al lado y se sorprendió al ver que efectivamente estaba con Martina, se sintió mal, extraño, tomo aire, pero aun así se sentía desubicado, las mujeres le atendieron, preguntando qué era lo que tenia. Fernando conto todo lo sucedido, claro que su mujer se enojo al escuchar el suceso, su marido estaba tomado y quizás lo hizo con otra mujer. Durante el transcurso de la tarde se empezó a sentir mal lentamente, no se aliviaba y tuvo que llegar su padre, al escuchar la historia de su hijo le respondió enojado que era la Mala Mujer lo que le había salido, su lujuria fue lo que le atrajo a ese ser malvado y se había aparecido en forma de su mujer en ese camino solitario. El padre le comento que algunos conocidos habían terminado teniendo relaciones con ese ser o se les había aparecido, que no le ganara el miedo a su hijo por que lo dejaría loco o se moriría. Prendieron unas velas y llamaron a un curandero para que lo aliviara pero esto no fue suficiente el hombre se sintió cada vez peor, la fiebre apareció y aumento poco a poco, los sueños de aquel encuentro lo perseguían. Al tercer día Don Fernando falleció. Nada se pudo hacer por él, al parecer el impacto fue tal, que el miedo le gano el espíritu y la Mala Mujer al final se lo llevo.

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